martes, 4 de junio de 2019

Los gritos de la guerra que nadie escucha

Los campos solitarios llenos de odio,
la desolación de los corazones que lucharon para nada,
cultivos en vano,
sueños de verde manchados de rojo.
Las balas pusilánimes disparadas
por las corbatas desde un escritorio,
niños sin balones preguntando cuando regresamos a casa.
Los gritos de la guerra que nadie escucha,
que se pierden en las selvas,
llegan a los arboles tristes,
gritos en las montañas
haciendo eco en los manantiales fríos.
Paisajes sin risas,
sin animales,
sin el viento susurrando sonidos de aves,
pastos sin cosechas,
caminos llenos de maleza,
carreteras sin mulas y sus cargas.
Mientras las ciudades se llenan
de la impotencia de los que perdieron todo,
los que se llenan los bolsillos
ríen sin remordimiento.
Los gritos de la guerra
llegan al concreto,
asesinan los sueños,
las manos con hambre tiemblan,
los rostros con lágrimas
se caen en el abismo de la desdicha,
y aquellos campos lejanos
son el recuerdo más bonito
de las almas nobles
que en la lluvia de la ciudad
suspiran.
¿Hasta cuándo los gritos de la guerra serán escuchados?
Pero el hacha dejará de matar
y en los campos,
el sol de la mañana
volverá a encender la estufas de leña.

#Poesía

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