A Paola, Andrea y Nicolás.
Salen de aquel
orificio transparente,
de ese punto exacto
de la casualidad.
Tan solo nos
estrellamos en momentos
de éxtasis
espiritual por recorrer
nuestros más
sencillos y a la vez complejos secretos.
De esa forma lucida
nos alimentamos de nuestros
pensamientos
sublimes y absurdos,
y tan solo bastaron
unos pocos segundos
y el hielo se
rompió,
y brotó por
nuestras bocas tan solo una palabra…
aquel humo, aquel
rock, aquella botella,
se volvieron
cómplices de lo espontaneo;
apareció
repentinamente aquel sueño de no estar,
pero disfrutar,
de disfrutar pero
no dilapidar, no acabar,
no existencia,
pero ahí estábamos,
ahí nos
estrechamos,
en tonterías tan
del mundo ¿el mundo?
Por fin se quedó la
palabra
y el hecho y la
acción,
todo quedó,
no faltaba nada,
quizás tan solo
nos sobró el tiempo
que no necesitábamos,
y quizás también
sobró aquel bus,
sobró papel;
ahora, nunca,
siempre se convierten en tres,
en un alma,
en ésta alma loca,
loca,
igual que ustedes,
locos,
igual que todo,
igual que U2,
Morrison, Korn,
Pablo, Ángeles,
locura de Papyros,
locura de aire,
de vivir, de
respirar,
de ser tan solo
nosotros,
tan solo ustedes,
ella, él, yo,
nosotros,
ellos, vosotros,
en pasado,
presente,
y no sé en otros
tiempos,
oscuros, claros,
fríos, calurosos.
Tan solo hoy, acá,
espontáneamente,
se convierten en
brazos ramificados
de mi existencia,
no-existencia,
de mi vida loca…
Algún día les diré
algo.
#Poesía