tendría que tener
un jardín enorme
para que la noche
fuera ella y las estrellas,
la madrugada su
piel y las galaxias.
Si pudiese regalarle
una casa,
tendría muchas
ventanas para las aves de su día a día
y muchos árboles
para sus nidos,
muchos sueños para
sus alas.
Si pudiese
regalarle una casa
tendría una fuente
y una cascada,
para que cada
mañana el agua
bañe su aire y su
piel cual montaña al río.
Si pudiese
regalarle una casa
tendría un comedor
enorme
para compartir la
bondad de su corazón
y la grandeza de su
alma.
Si pudiese
regalarle una casa
empezaría por su diseñador,
obrero y constructor,
para que más que regalársela,
pudiera construírsela
también.
Hoy aun no tengo
para regalarle la casa,
pero de seguro ya
se la estoy haciendo
cuando en las
noches veo las estrellas y galaxias,
cuando escucho sus
aves en mis oídos,
cuando escucho su
lluvia y su sentir…
Sé hoy su casa son
mis sueños
y su jardín mi
querer,
y quizás con
paciencia y caminando juntos
este amor sea la
mejor casa en la playa azul
de su domingo de
abril.
#Poesía
No hay comentarios.:
Publicar un comentario