en el silencio,
en la duda,
en el abismo oscuro,
te esperé en la esquina azul,
en el sótano rojo,
en la escalera gris,
en la cama negra.
Te esperé en la canción de mi vida,
en tu melodía favorita,
en el saxofón de madrugada,
en los violines al despertar,
en el piano del atardecer.
Te esperé en mis letras,
en mi whisky,
en mi cerveza helada,
en mi café caliente,
en mi piel fría,
en mi corazón cálido,
te esperé sin máscaras…
Y aun así
tú no te quitaste las tuyas,
y fue cuando entendí
que la mayor máscara
fue la que siempre
tuviste conmigo,
te esperé en el infierno.
Hoy vivo entre llamas
y terremotos,
en mi mente el surrealismo guía,
ya no espero a nadie,
ni en la esquina,
ni en el subconsciente;
ya conozco las máscaras
y juego con ellas.
#Poesía
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