El Hechicero

Cuentan que en aquel pueblo le decían el hechicero porque no hubo más profesiones cuando llegó, ya había alcalde, medico, futbolistas, tenderos, abogado, juez, policías y todos los demás cargos, así que llegó a hechizar con sus palabras a los incautos.

En poco tiempo se hizo famoso, todos en el pueblo lo conocían, pero no sabían que era un charlatán; con sus falsos hechizos se llenaba los bolsillos de dinero pero pronto se sabría todo.

Una tarde llegó al pueblo la mujer más hermosa nunca vista, todos inmediatamente le pidieron hechizos para enamorarla, pero nadie lo conseguía, ella no se dejaba conquistar ni con joyas, lujos, trajes, manjares, palabrerías, no le aceptaba nada a ningún hombre;  todos en el pueblo le dejaron de creer al hechicero, lo señalaron de embustero, hasta el punto que él no volvió a salir más a las calles, todos los días se embriagaba en la penumbra de su casa, en la soledad producto de sus mentiras.

El hechicero tenía una libreta en donde escribía; una noche pasó aquella mujer hermosa por el frente de su casa, vio una lámpara encendida,  entró y vio al hechicero embriagado, recostado en la cama, vio debajo de la luz de la lámpara los escritos, los leyó con detenimiento, jamás  imaginó que detrás de ese ser existiera un poeta; esperó que despertara, le dijo que le leyera sus poemas; ella quedó extasiada, él empezó a escribirle más hasta que se enamoraron el uno del otro, dejó de beber alcohol, escribía con más frecuencia, la había hechizado con sus letras y ella a él con su hermosura y sensibilidad; en aquel pueblo volvió a caminar por sus calles un hechicero con la mujer más hermosa nunca vista.

Desde aquella vez todos en el pueblo acudían a él cuando deseaban conquistar a un amor, sus escritos y poemas fueron famosos en toda la región, dicen que la mujer más hermosa nunca vista se convirtió en poema y aquel hechicero se convirtió en la inspiración que todos buscan en la madrugada.

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