en la clandestinidad de la noche
pero me apartan las
luces cegadoras de tu mirada,
tan solo percibo tu
sonrisa íntima en mis adentros
y quizás me abraces
con tus suspiros momentáneos
mientras yo recorro
tus pupilas
esquivando los temores de la duda;
me aseguro a tu
ternura sin vacilar,
sin perder la
locura.
Y vuelvo a ti
mientras te observo,
niña, coqueta,
diosa,
ahora jugando con
mis besos,
ahora
trasportándome al enigma loco de tu amor.
Y ahora vuelvo a
aquella tarde
acompañado por la mano amiga,
padre protector,
madre curativa…
el andén es un
descanso,
instantes de
recuerdos…
#Poesía
No hay comentarios.:
Publicar un comentario