miércoles, 14 de marzo de 2018

Demasiadas horas sin ti

Tu caricia fue tan oportuna,
tu beso tan majestuoso,
que alucine mi vida
y alargue mi partida a la soledad.
Sales a recorrer tus momentos,
mientras yo espero con el humo en mi cabeza,
ansío tu mirada azul,
tu abrazo inmarcesible.
Estoy aquí,
mi pensamiento tras de ti,
mi mundo,
un campo minado de besos por estallar,
suspiros de sangre,
efervescencias de deseos
y tan solo mi cuarto me espera silencioso,
pero tu aire me recorre e inmediatamente parto contigo,
siguiendo tu perfume de olimpo,
siguiendo tu piel, tu cuello…
a veces mi respiración se queda estática
extasiada por la forma en que auscultas mis ojos de loco,
de enamorado.
De nuevo respiro,
percibo tu mano en la mía,
siento tus labios en los míos,
pero estas tan lejos ya,
que es absurdo que no te demores.
Y abrazo a la desesperación,
la falta de calma me hace escapar de estas luces nocturnas
para perderme tras tu recuerdo.
Demasiadas horas sin ti a mi lado acaban por asfixiarme,
queman, secan, agonizan el ahora,
quizás me reconforte un poco
saber que viajo contigo,
que no tardas,
que mi mente, mi pecho
a todo pulmón piden
tu regreso a casa,
a mi mundo soñador y real,
a mi rincón del alma,
a mi lado,
a mi cama, a tu café…
tengo un jardín azul,
un barco ebrio,
un reloj derretido,
la sin máscara de la experiencia,
tengo mis manos que buscan tu todo,
para que viajemos juntos
y dejemos a las horas solas, sin nosotros,
porque estaremos en nuestro tiempo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario