lunes, 8 de junio de 2020

Pasión reprimida


Sentada, frente a mí, suspiró… una sonrisa juguetona la acompañaba; de pronto, su mirada, se plasmó en mi pupila, percibí en esa nada un abismo y lo comprendí: se encontraba cansada de su monotonía, su cuerpo necesitaba la pasión, el color del vino, la magia de la música, sus poros buscaban mezclarse con el sudor de las fantasías e ilusiones. Sus manos, inquietas, recorrían una y otra vez el vaso lleno de café, su boca esperando un beso con frenesí. Se conformaba con agotar sus esperanzas en un cigarrillo y mirando como el humo desaparecía, al igual, como su vida dejaba pasar a las horas.
De repente, su rodilla, rozaba contra la mía: sentí su pasión reprimida y percibí en sus entrañas, el fuego que comenzó a calentar mi piel… mi sed buscaba sus labios por inercia. En mi mente me preguntaba: ¿Y todavía nos negamos a estar juntos cuándo nuestros cuerpos lo exigen con desdén, locura y desenfreno?
Marchó en la mañana, nunca supe cómo se llamaba.


#Microcuentos #Relatos

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