sábado, 6 de junio de 2020

Cotidianidad

Tan solo desesperadamente se persiguen en un día
todas las olas y tormentas de una derrota,
y estúpidamente despertamos cansados de respirar
¿y ahora qué?

Sentir su presencia en mi espacio,
mi aire, y saber que respira tan cerca de mí,
tan tiernamente cerca,
basta solo cerrar los ojos y su perfume
me impregna de su inmarcesible belleza.

Tras la noche de penumbras
ella, quizás piense en mí,
quizás,
mas yo solo espero que 
me regale un sueño,
un sueño o tan simplemente
un parpadeo,
o una sonrisa nocturna.

Duermes y duermes,
por tu cabeza laberintos de humo
persiguen tu calma,
y despiertas con los ojos negros por tus pesadillas,
insomnio,
absurdo día de nuevo.

La partida de hoy, simple:
proteger el juego con un peón,
y tú eres el peón ¿suerte?

Mañana no existe,
no futuro,
no sentir después,
no, no… sí.
Muerte: ¿ya?

#Poesía 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario