Con admiración, a usted.
La imagino con
el respeto
de la noche a
la flor,
del viento a
la sombra de los árboles,
con la locura
de aprender en los ojos,
en los cafés
de un momento.
La pienso,
lejana,
inalcanzable,
como cielo en
tarde de ensueños,
de anhelos de
poetas.
Y sin embargo,
suele llegar
como el sonido
del amanecer,
ese, que trae
sol,
vida, cantos
de naturaleza…
Y en sus
hojas,
me imagino
siendo leído,
con la osadía
de pasar dos
minutos
en su mente.
Mujer,
quizás también
eres todos los
atardeceres.
#Poesía
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