lunes, 27 de noviembre de 2017

Te despiertas

Te despiertas igual pero quisieras que no fuera así,
sabes que falta algo,
sabes que pocas cosas logran tocarnos las entrañas
y también sabes que sería bueno no pensar.

Te despiertas queriendo estar en otro sitio,
en otros ojos y en otro tiempo,
en un tiempo sin afanes y sin soledad,
sin frío y sin ansiedad.

Te despiertas a veces sin alas y sin piernas,
sin sangre y sin ganas,
sin la canción y sin la letra,
sin la música y sin el arte.

Te despiertas quizás más sabio o más tonto…
sabio para pensarte
tonto para no dejar de hacerlo…
la tontería a veces es sabia también.

Te despiertas y un solo segundo que quedó
empieza a retumbar en el reloj de tu conciencia,
a revolverte el estómago seco,
a confundir el aliento.

Te despiertas y dudas si levantarte o no,
si ir al agua fría o
a la realidad fría
o a ambas.

Te despiertas en silencio
pero quisieras una voz
o por lo menos un murmullo
que lo cambiara todo.

Te despiertas de nuevo
y por alguna extraña razón,
por una coincidencia astral,
en tu mente hay algo nuevo,
una nueva luz.

Te despiertas y sabes que hay que cambiar,
que no hay más tiempo para lamentarnos
para seguir con la absurda monotonía,
con la duda.

Te despiertas y sabes que hay que decidir,
que hay que oler la mañana,
que hay que mirar la sonrisa,
sí, esa que nos dimos.

Te despiertas y dices:
!He despertado!
es mi hora, mi época,
todo depende de mí.

Te despiertas  del  letargo
y no hay más tiempo para dormir,
no hay más tiempo…

Solo tienes el tiempo
que te quieras dedicar
a despertarte diferente,
a despertarte palpitante
y a despertarte con lo y los que vales la pena,
a despertarte en esa mirada en donde fuiste tú.


#ÁcidoNeurótico 

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