lunes, 19 de diciembre de 2022

Acto erótico.

 

La mayor cobardía es aquella que no se comete, esa que queda entre insomnios sin destino, entre manos sin atrevimiento, entre labios que callan. Vivir, ese acto sensual que vale la pena, ese sabor entre pieles, mentes, ganas y deseos que despuntan atardeceres y amaneceres. Acto erótico para memorias de piel, de sensaciones, de no olvidos. Haz el acto de tu noche sin pudor.


 
Acto I
Insinuación.
 
 
Muerdo mi imaginación
al jugar con tus manos entre las mías,
con tus pies entre mis pasos,
con tus medias veladas y tacones
entre mi mirada atrevida,
tus labios mordiendo mi boca.
Juego en mi mente
con tus caderas
que me insinúan
la esquina de tus secretos,
el abismo de tus susurros,
la furia de tus gemidos al borde
de mis venas encendidas.
En mis ojos,
tu ropa interior
desbordando noches… te miro, te deseo,
anhelo de tu sabor de madrugadas y delirios,
ese insomnio que has de ser.
 
Acto II
Despojar.
 
 
Y ante la ineludible seducción
de tus labios, llego a tu oído
con la palabra precisa,
esa que moja tus sensaciones,
esa que baja por tu cuello,
pasa por tu escote,
llega a tu estómago y
se desliza hasta el centro,
justo debajo de tu ombligo.
Y posan mis manos
por tu espalda,
acariciando, despojando,
llevando, dejando en tu boca
la sed de mil lunas
que llevo deseándote.
Siénteme, llévame al secreto
de tu piel debajo
de esa falda y medias,
invítame a tus sombras eróticas.
 
 
Acto III
Crepitar.
 
Voy al encuentro inaplazable
de tu lujuria,
esa que de tu mirada me come,
esa que tu boca me saborea,
esa que de tu humedad me impulsa.
Mi lengua recorre tu espalda
como mapa por besar,
cada dedo de mis manos
toca tus poros sintiendo tu sangre hervir;
bajo tu falda, quito tus medias veladas con la furia
de la carne excitada,
siento tu humedad debajo de tu encaje
y me postro a tus pies, los beso con frenesí
arrancando de tus mujeres a la más ardiente,
subo lento, mis manos acarician tus senos
aferrando a las venas tu deseo.
Desnuda, te contemplo como
mujer seducción, entro a ti, pruebo
con mi boca todos tus sabores,
en círculos, de arriba abajo
mientras miro a tus ojos fijamente
y recorro las paredes de tu vientre.
Tibia, ardiendo, mientras tus caderas
se mueven y succionan mi erecta obsesión.
Muerdo tus cimas
y penetro tu valle, tu selva,
y allá, adentro,
soy embestida que clava
mis sombras sintiendo tus jadeos, gemidos
y ojos de locura.
Me muerdes, te muerdo,
nos devoramos las ganas,
la piel, la carne,
no dejamos nada sin probar
hasta saciarnos el uno de otro…
y llegas en mí, en mi barba,
en mis muslos,
en mi espada,
gimes, gritas
y arranco tus aguas que me inundan
y beso tu lengua mientras muero y revivo dentro de ti,
me haces hombre
entre tus piernas que me aferran y succionan.
 
 
 
Acto IV
Adiós.
 
 
¿Cómo quitarme el sabor de tu piel
si lo llevo acá en mi mente?
¿Cómo no seguir deseando tus curvas?
Llevo tatuada en mi piel
cada caricia de tus manos,
cada gemido de tu boca en mi oído,
cada gota de tu humedad sobre mi deseo.
Aún te vivo como si el tiempo
se hubiera detenido en la noche de tu orgasmo.
Tengo aún en mis manos tus senos,
en mi lengua tus muslos,
en mis ojos tu ropa interior,
en mi abdomen tus caderas de son.
Tengo en mis sombras tu manantial
y cada noche me alimento de tu lujuria loca y sin pudor.
En mi boca no hay adiós,
solo un después para volver
a morir y revivir entre tu sexo.
 
Texto y voz: Alex Moreno
 
Gracias a @mialmaenti, @poeta_eva, @anima_alada, @litteraest y @PattyAyala_ por sus voces.

#Poesía #Podcast 
 

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