de invadir la hoja en blanco con su presencia.
Usted disculpe el sentir desbordado,
la locura en la tinta,
los suspiros a la madrugada,
los anhelos con su nombre.
Usted disculpe al poeta, al imposible...
La poesía no tuvo la culpa,
que al verla,
se cambió de nombre
y se nacionalizó en su piel suave,
se hizo usted.
#Poesía
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