lunes, 4 de marzo de 2019

Baile de máscaras

Llegaba la madrugada feroz,
en sus entrañas una invitación
a la desolación del sonido desgarrador del segundero,
y mientras la puerta de mi habitación se abría,
los demonios llegaban,
uno a uno,
en procesión con sus máscaras de satisfacción,
con sus dagas a reclamar su lugar.
En aquel baile de máscaras
yo fui el anfitrión que
baile con todas las mentiras
de aquellas máscaras ilusorias.
De adentro hacia afuera
salía una melodía extraña,
fue como si las máscaras
hubieran despertado al demonio mayor,
como si una luz detrás del antifaz
resurgiera.
Desperté,
no había nadie,
todas las máscaras desaparecieron,
fui al espejo y vi una cicatriz en mi pecho,
una marca de la noche oscura
y al salí a la calle…
En aquel café
una mirada me recordó
la madrugada…
y las nuevas máscaras por la calle
engañaban más
que las de mi sueño,
y preferí mi baile de máscaras a la madrugada,
que la desolación del medio día
en donde nadie reclamaba su felicidad.

#Poesía 

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