miércoles, 20 de febrero de 2019

El perro negro.

Por las sombras de los bosques
de la tarde gris,
por las sendas de aquel fuego
de una tarde,
por los caminos del licor,
por lo absurdo de lo no normal…
siempre persiguiéndome,
respirándome, acechándome,
llevándome al limite
de la cordura y la locura,
quitándome el aire con cada paso,
con cada madrugada,
con cada café.
A veces ganándome,
a veces ganándole,
pero siempre juntos,
sin tregua,
y desde aquel primer día
que lo sentí,
camino con él a mí espalda.
Siempre me aúlla,
me acecha,
quiere mi alma,
mi muerte,
me lleva al abismo a cada segundo,
cada noche,
cada madrugada de insomnio,
me quiere llevar a una locura desesperante,
cansarme de la vida.
Pero así tenga noches oscuras
al lado de sus ojos negros,
siempre despierto
y sé no le tengo miedo,
nunca le tuve miedo;
desde ese día el perro negro
y yo, nos jugamos la vida
a cara o cruz.

#Poesía

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