me llevan a la lluvia de la ventana,
a la añoranza del sonido en la oscuridad,
notas que embriagan mi alma,
embriagan mis manos,
se apoderan de la tinta,
de la hoja amarillenta.
Y esa melodía cierra mis ojos
para imaginar un destino,
un lugar,
añoranzas de un amanecer,
de un despertar,
de una noche diferente,
sonidos que se deslizan por las yemas de mis dedos,
tocan mis poros,
me levantan y me hacen caminar por la habitación,
mientras la luna lejana,
oculta tras la lluvia,
inspira a un suspiro de letras.
Sonidos de madrugada,
teclas en blanco y negro
que absorben el aire,
lo llevan a mis oídos,
lo transportan por mi sangre,
a mi mente,
y en éste silencio,
en lo leal de la oscuridad de medianoche,
acompañan mi sentir.
¿A dónde van los sonidos del alma?
¿Se hacen el amor las letras y las notas?
El universo palpita y se extiende,
quizás las notas llegan a lo infinito,
quizás las letras van de su mano,
y en éste momento
solo queda ser parte de ellas,
viajar con el sonido,
con la hoja,
con la tinta;
En éste viaje de medianoche
el reloj se detuvo también
mientras el piano escribía.
#Poesía
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