Y ahora tú,
después de pesadillas y de tormentas
regresas a mi existencia
como un relámpago de encantación,
rodeada de recuerdos,
de esos recuerdos
que tan solo nuestra mente
tiene escondidos para alentarnos
en el subconsciente.
Y ahora tú,
mujer lejana hasta ayer,
tú,
diosa de anillos de fuego,
de mirada diáfana,
ahora tú,
huracanando de nuevo
mis sentimientos de poeta loco;
no espero nada,
tan solo tu mirada
es mi mejor oportunidad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario