viernes, 14 de septiembre de 2018

Ecuaciones de medianoche

El deseo de media noche
llegaba a la mitad de su cintura,
a sus ganas de quedarse desnuda
en el fuego de su espada;
no valían las sumas,
las divisiones o las restas,
uno solo eran los dos…
y ese deseo de media noche
fue amanecer de sudor,
humeante desayuno de sexo con frenesí.

#Poesía 

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