que el viento
recorre su hermosura
con suavidad y
ternura,
la ilumina una luz
diáfana
haciendo figuras
arco iris en sus poros;
a sus pies se
rinden las flores nuevas,
el horizonte se
tiñe de gloria
cuando ella
transita por sus líneas vivenciales
y es tan hermosa mi
dama
que se esconde en
el palpitar
del sol mañanero y
corre oculta tras
las alas
de ángeles celestes
y etéreos;
inmarcesiblemente
hermosa,
como nube
impregnada de pureza,
así es mi dama,
femenina,
sobre todo mi dama
hechizada de
poesía.
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