Cabellos dorados
que se postran
tiernos
en tu rostro de
ángelus de olimpo…
y me observas
con cautela,
escondiendo tu
ternura.
Mi mirada persigue
tu armonía de
mujer,
auscultando tu
inmarcesible belleza.
No te sorprendas si
mis besos callados
recorren tus dos
orillas
y regresan a mis
sueños.
#Poesía
No hay comentarios.:
Publicar un comentario