De la punta de mis dedos
a las cimas de tu pecho,
de mis venas crepitosas
a tu afluente cristalino...
cubierto de tu sexo y piel de amapola,
luego,
morir en tu boca de néctar
y en trescientos años
de tus silencios.
a las selvas de tu cintura,
de mis besos
al hueco de tus secretos,
del ruido de mi mente
al regazo de tu vientre…
envuelto en tu pelo
de huracanes
y tus ojos de agujeros negros.
centro de mis sombras
a la mitad de tus destellos.
#Poesía
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