Cuando un sueño se hace
realidad, o cuando una realidad solo es un sueño dentro de un vaso de whisky,
dentro de ese insomnio eterno del anhelo, o desde esa fantasía de una noche que
fue o no, más que un fragmento de tiempo sin mañana.
Cita sin mañana.
En la barra del bar, un vaso
con whisky, al fondo, aquella canción que encendía los sentidos. Tenía en mi
mente una espalda desnuda, la veía en ese vaso… de repente, en mi oído, “hola:
¿bebes solo?” Respondí: no, bebo contigo.
Sus labios embriagaban más que
el licor, sus muslos, enseñando un liguero de fuego, quemaban mi garganta. Su
lengua despertaba a mis demonios, todos la perseguían buscando la humedad de su
entrepierna. Debajo de su falda, mis dedos, mojaron su noche de luces púrpura y
canciones viejas de rock. Me devoró con sus piernas, dejó sus senos dentro de
mi boca, embistió mis soledades con su pelvis de encaje negro, arrancó de mis
entrañas blancos delirios que explotaron dentro de su vientre. Ella, derramó su
licor encima de mí, la bebí completa, incluso, hasta quitarle las horas y
dejarla con mis sombras dentro de sus orgasmos.
Van quince noches, aún la
espero en la misma barra de aquel bar, en donde, una cita con todo incluido, se
dio sin planearla… cita sin mañana.
#Relatos #Narrativa
Texto y voz: Alexander Moreno