miércoles, 26 de febrero de 2020

Es usted

Es usted,
donde vivo y muero,
donde me devoro el tiempo por ser su piel,
su locura desnuda,
es usted la vela de la pasión
esperando el soplo blanco del fin,
ese que da vida...
Es usted
la tempestad de medianoche
que humedece mis sábanas,
el perverso erotismo
que reclama mi sexo,
la excitación de todos mis sentidos…
Y acá,
en donde la sangre brota,
le espero,
para que con su fuego,
acabe con mi carne
dentro de usted.

#ElWhiskyDeMediaNoche
#Poerotic 

lunes, 24 de febrero de 2020

En este camino largo

En este camino largo
siempre te aguardo,
aún sabiendo,
que el hoy es lo único que vale
y que te encuentras muy lejos.
Y acá, en este palpitar,
soy más de ti,
confidente, amigo, amante,
suspiro, café, whisky,
abrazo, beso, caricia.
En este camino largo,
mis pasos recorren los tuyos,
afanosos, a veces también cansados.
Y aguardo tu presencia de primavera…
quizás no vengas,
u otros caminos recorras,
quizás tampoco me esperes,
o no presientas mi voz de auxilio,
quizás ya ni me recuerdes,
o pienses, o sientas.
En este camino largo,
no hay final,
pero siempre a la medianoche
termino en tu regazo canela,
en tus labios de tequila
y en la transparencia de tu ropa interior.

#Poesía 

domingo, 23 de febrero de 2020

En sueños


¿En sueños?
Allá, he sido suyo,
muchas madrugadas,
allá, su piel ha sido camino
sin distancia,
agua que quita mi sed de décadas.
En sueños,
me he entregado a usted,
en un hoy sin promesas,
dejándome hacer de usted
su resguardo.
Y en este café mañanero,
la sueño,
de todas las formas.

#Poesía 

sábado, 22 de febrero de 2020

Ven

Ven,
quítame esta realidad de frío,
quítame el tiempo suicida,
los segundos en rojo.
Ven,
quítame el dolor
de este mundo putrefacto,
quítame la asfixia de la perturbación.
Ven,
quítame la sed
con la humedad de tu desenfreno,
quítame la piel
y póntela encima,
quítame los demonios
y derrítelos en tus caderas.
Ven,
hazme renacer
en la desnudez de tu alma,
en cada espacio de tu piel,
y hazme tu fin,
llega en mí,
tempestad
¡Ven!

#Poesía 

viernes, 21 de febrero de 2020

Laberinto de medianoche

Laberinto de medianoche,
ecos de desgarro,
asfixia, desespero de la sangre,
hojas sin tiempo,
espejos de zozobra.
Un tigre me mira,
en sueños,
en pesadillas,
y me ruge todos los tiempos,
la muerte, la vida,
el hoy,
y en unas escaleras rojas,
visito la biblioteca de Borges.
Un libro opaco,
líneas negras,
azules,
un espejo en ellas
me muestra todos mis rostros,
la crueldad, mentiras,
verdades,
reflejo de cárceles,
destiempo, atemporalidad…
melancolía, fin.

#Poesía 

martes, 18 de febrero de 2020

Laberinto sin fin

Laberinto sin fin,
relojes en cada paso de asfixia,
humo, desidia,
cansancio.
Espejos de ceños fruncidos,
en las manos la derrota.
Un bolsillo vacío,
sed de muchas primaveras…
muero en el concreto
mientras el sol,
a mi espalda,
calcina las ilusiones.
Laberinto sin fin
en escalera al infierno,
gris de melancolía,
locura sin lugar,
eco de melodías lejanas.
La desesperación se hizo camino,
sangre en remolinos
de perdición,
miradas extrañas,
café de oscuridad.
Laberinto sin fin...

#Poesía 

lunes, 17 de febrero de 2020

Ella, se hizo poesía


Ella, se hizo elegancia
en la tarde de compañía;
su voz,
sentir;
sus letras,
viaje inhóspito
a su esencia de luz.
Ella, se hizo poesía.

#Poesía 

domingo, 16 de febrero de 2020

Distante

Me consumo en el abismo,
busco tu recuerdo como laso invisible
de salvación,
penetro en los submundos del llanto interior,
recorro las formas de tu estela.
Más desespero al no verte,
y tú, tan lejos,
distante de mí.
¿Quizás la entrega de mis más sinceros
sentimientos desencantó tu ternura dorada
o tan solo mi noble amar no
supo encontrar oportunamente tu sombra azul?
Estás recorriendo mis sueños,
tan solo mi soledad
extiende sus alas blancas para abrasarme
en un éxtasis desconocido.
Quizás cuando regreses,
algún beso
se te escape
y recorra mi espacio íntimo.

#Poesía 

martes, 11 de febrero de 2020

Habité la oscuridad

Habité la oscuridad,
esa, la que deja ciega al alma,
la que rasga la cordura,
el hoy,
y allá, en las sombras,
fui un abismo sin fondo,
un atisbo de infierno
sin whisky de compañía.
Habité la desesperación
mientras las tripas se reían de mí,
y en el fuego del estómago,
me hice cuervo del hoy,
gusano del ayer.
Habité muros de cemento
que expulsaban demonios
con ojos rojos y
manos de sangre,
y a la madrugada,
en el cuello me quitaban el amor
y me hacían olvido de todos los tiempos.
Habité una cama vacía
con un cuerpo sonámbulo,
lleno de cicatrices,
muchas no de esa carne,
y en el suelo,
la piel se congelaba de máscaras…
Viví las habitaciones
del todo y la nada,
escaleras al sótano de los nunca,
fondo sin puerta,
y la locura llegó…
habito en la locura,
y cada noche,
nos quitamos los ojos
hasta quedar ciegos…
a veces,
amanece.

#Poesía #ÁcidoNeurótico

viernes, 7 de febrero de 2020

Me pienso en ti

Pienso en ti
con la desesperación del licor
de la medianoche,
me imagino en tus besos,
en tu piel,
y te veo en el fondo
de mi vaso de whisky.
Huracán por mi garganta
que se hace sed,
abismo,
locura,
tiempo sin tregua.
Pienso en ti
con el afán de los no-mañanas,
sin quizás, sin peros,
sin egos…
Y acá, en estas venas,
la sangre corre
galopando por caminos
de sin razón,
queriendo explotar de todas
las sensaciones de la noche
y madrugada,
sangre que desea
estar en tus torrentes
de lava suave.
Pienso en ti,
deseando ser,
una sola lengua
en nuestras bocas
del ya,
en nuestras manos aferradas
en una sola piel,
en la cama
de nuestras piernas unidas
de sudor.
Me pienso
en ti.

#Poesía

domingo, 2 de febrero de 2020

Business night

Miraba a la gente correr aquella mañana extraña. Buscaba en esos rostros, alguno conocido, o al menos la sensación de que conocía uno, solo a uno, pero cada vez era más difícil. Cada ceño fruncido me alejaba de esa realidad, me llevaba a caminar por puentes de contaminación, a alejarme del ruido ensordecedor de autos, motos, pitos, de toda clase de perturbación.
Llevaba toda la mañana buscando ese lugar donde refugiarme de aquella jungla de cemento, pero cada paso, era un abismo de locura. Y las horas, apuñalaban los pulmones, y la respiración se cansaba de caminar sin sentido. Pero tenía cierta corazonada, muy en el fondo, de que encontraría un atisbo de calma en aquel caos.
Pude contar los pasos caminados, sin duda serían bastantes, al fin al cabo, ya no tenía más que perder, llevaba varios días intentado encontrar un sitio diferente, pero ¿para qué contar lo que no queremos recordar?
Solo quería huir, escapar, borrar mi pasado, las malas decisiones, los pasos en falso, quitar las cicatrices. Con la canción oportuna, deambulé en la noche. Y en aquella madrugada de frío, en una calle desolada, húmeda, una sombra de neblina, de repente, cruzó por mi vista, era como si me llamara. Así que me levanté y caminé guiado por ese ente extraño, confuso. No sabía si era real, o era una alucinación de mi mente por la falta de comida, por la sed, por el frío o por la perturbación.
Al final de la oscuridad, justo antes del alba, del crepúsculo, la niebla despareció y salió, de aquella alucinación, la figura de una mujer esbelta y caminó hacia mí. Me tomó de la mano, que temblorosa, ya casi caía al piso. Al sentirla, fue como sentir automáticamente en el cuerpo la sensación de caminar por encima del suelo, era inexplicable.
Me tomó por la cintura, y justo antes de besarme me dijo: acaba con esa desidia de tu vida, el momento es solo hoy, lo que vale es el hoy, lo único que tienes es el hoy, no hay túnel sin salida, noche sin mañana, camino sin piedras, pero sin enseñanzas, solo tú decides que quieres del hoy, de la mañana, de la noche, solo tú decides si dejas para un después o un jamás lo que quizá nunca pase, o si le dejas a una añoranza tu hoy. Me besó y me perdí de mí mismo.

Al despertar, horas después, aquella habitación de motel olía a whisky, a sexo, a tabaco, y encima de mi pantalón, que estaba en el piso, una nota: la vida de noche tiene sus consecuencias, no se sale intacto de la locura, de las calles, de jugarse la vida como ruleta rusa. Me gustó conocerte, llámame, podemos volver a hacer negocios de noche: Bibiana. 


#Relatos #Microcuentos #ÁcidoNeurótico