lunes, 18 de noviembre de 2019

Danzaba en la confusión

Miraba el reloj en la pared,
oscuro, frío, demente,
derretido,
sus segunderos se desprendían,
me tiraban al abismo
de una cama sin final,
vueltas y vueltas
sin parar;
en el techo,
las telarañas de la soledad.
Danzaba en la confusión,
el café quemaba las tripas,
se hacía silencio,
el whisky se perdió en los pulmones del ayer,
la madrugada asesina,
se postró en los pies de mi hoy,
y ninguna mano llegó.
El hambre de las 03:17 am
me tumbó al suelo,
serpientes clavaron sus colmillos
en mi piel de hastío,
las marcas de la locura
llegaron a mis ojos sin tiempo.
Buses de ira,
pasos de concreto,
miradas con máscaras juzgadoras,
manos cobardes sin calentar,
ordenes de fuego
acabando la mente al mediodía.
Y en la noche,
me rendí
como niño sin juguetes
a la asfixia de vivir,
salté al último escalón del infierno.

#Poesía
#ÁcidoNeurótico 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario